50. El español en el mundo: su conocimiento; presencia de extranjerismos (Módulo III)
Vistos los artículos 2 y 5 de los materiales de apoyo del dossier correspondiente al Módulo III, elige una de las dos tareas a ellos asociadas (números 2 y 4). Expresa individualmente tu opinión-valoración del artículo elegido.
36 comentarios:
Después de leer los dos artículos publicados por el diario “El País” sobre las razones para saber español y sobre la influencia de los extranjerismos en nuestra lengua, me he decantado por hacer una alusión a este segundo.
Los extranjerismos forman parte de nuestras vidas cotidianas, es así que, aunque tengamos palabras en nuestra lengua para expresar la misma idea, preferimos utilizar la palabra extranjera que hemos tomado prestada. Entre estas palabras podemos destacar: casting, e-mail, Bluetooth, look, chef, overbooking o copyright; por no destacar los extranjerismos que llevan ya muchísimo tiempo asentados en nuestra lengua y que también usan las generaciones anteriores a las nuestras: sándwich, parking, tsunami o baguette.
No me parece una mala idea que se estén incorporando éstas palabras extranjeras de una manera tan rápida, ya que como hemos tratado anteriormente en la asignatura, el lenguaje está vivo y se adapta a las necesidades y demandas de cada sociedad. Pero, hay una cosa que no me agrada, y es que, estas palabras se están adaptando al español acorde con la ortografía española.
Según mi punto de vista, las palabras que tomamos de otras lenguas deberían quedarse tal cual son, porque esto produce confusiones y además, da una imagen bastante deteriorada de los españoles. Es decir, ya vamos muy atrasados en comparación con el resto de Europa en lo que al dominio del inglés se refiere, y encima, cuando adoptamos una palabra de inglés como “bacon”, decidimos cambiarle la ortografía y escribirla como “beicon”. No sé cómo lo harán en otros países con los extranjerismos que ellos adoptan, pero, sinceramente, creo que no estamos adoptando las medidas correctas para el progreso, sino que estamos poniendo normas para estancarnos y que nuestra lengua no vaya más allá.
Un saludo y buenos días,
Bárbara García
Hola,
Yo he elegido la opción 2 (Razones para saber español).
Ha llovido mucho desde que escogiéramos esta especialidad de lengua extranjera porque “nos encanta el inglés” y es la “lengua franca”. La situación económica de nuestro país y la demanda creciente de español en otros países, nos lleva a plantearnos seriamente nuestro futuro como maestros de español para extranjeros. Pero, ¿Por qué es tan importante saber español?
En primer lugar, tal y como apunta Delgado en su artículo, es el idioma oficial de casi una veintena de países entre los que se encuentran las potencias más fuertes de Latinoamérica. Esto hace que los países angloparlantes, los de la antigua Europa socialista y aquellos que se encuentran en pleno auge económico vean el español como una llave a los negocios. Por ello, saber español mejorará tus oportunidades de empleo.
Además, el español no sólo abre puertas en el mundo empresarial. 500 millones de personas hablan español, lo que la convierte en la tercera lengua más hablada del mundo. Esto hace que encontremos el español adondequiera que vayamos: en nuestros viajes, en los anuncios, cuando naveguemos en la web, etc.
Otro aspecto a tener en cuenta es que cuando se aprende un idioma no se aprende sólo la lengua. También se conocen sus fiestas, su gastronomía, sus tradiciones, su gente, etc. En definitiva, ayuda a romper con los estereotipos sobre lo latino y acerca a la riqueza de nuestra cultura (Cervantes, Picasso, Gaudí…). Sin duda, aprender español enriquece y además ¡todo lo latino está de moda!
Por todo ello, el español es una herramienta útil en lo personal y lo profesional.
Saludos,
Natalia
Hola a todos!
Después de la lectura del artículo “sobre los extranjerismos” extraído del periódico el País he llegado a la conclusión de que hacemos bastante uso de palabras que son extranjerismos ya que muchos vocablos que usamos provienen de otros países tales como Francia o Gran Bretaña entre otros. Muchas veces al hablar o al escribir no somos conscientes de que muchas de las palabras que usamos no son originariamente nuestras.
Cada época tiene sus extranjerismos ya que por ejemplo, en la época del Renacimiento se tomaron palabras que provenían del italiano, es decir, los denominados italianismos. A continuación, en la Ilustración fue el tiempo de los galicismos, es decir, de las palabras que se tomaron del francés tales como, beige, capó o chef.
Sin embargo, hoy en día hacemos un mayor uso de los anglicismos, puesto que, cada vez más utilizamos palabras tomadas del inglés tales como pendrive, chat, look, bluetooth, etc.
Según el texto los extranjerismos enriquecen el léxico español aunque amenazan la coherencia de la ortografía, lo cual considero que es cierto porque de este modo aprendemos nuevas palabras pero al mismo tiempo esto puede afectar a nuestra ortografía porque en muchas ocasiones tenemos que cambiar algunas palabras y por consiguiente, normas que teníamos establecidas.
Existen algunos extranjerismos que usamos que tienen su palabra equivalente en el español como lo es por ejemplo, email, una palabra prestada del inglés , y que nosotros tenemos o conocemos como correo electrónico. Considero que esta clase de extranjerismos son innecesarios porque nosotros ya conocemos un vocablo que se define así en nuestra lengua.
Sin embargo, también existen extranjerismos para los cuales actualmente no existe un equivalente en el castellano. O bien, estos términos equivalentes se vuelven difíciles de establecer. Algunas de ellas mantienen su ortografía original, en otras se adapta la escritura o la pronunciación al español. Por ejemplo,
palabras como master se escriben con acento en la a , dando como resultado máster.
También, encontramos palabras como parking que al escribirse al castellano queda como parquin. La pronunciación es idéntica pero la ortografía se ha adaptado.
En definitiva considero que en general los extranjerismos aportan a nuestra lengua muchas cosas positivas , enriquecen nuestro léxico y gracias a ellos, nos podemos acercar a otras lenguas, a otras culturas, etc. Lo mejor sería dejar las palabras tal cual son y no adaptarlas porque creo que es algo que se debe respetar y así no habría problemas de adaptación.
Un saludo,
Leticia González Soto.
Buenas tardes a todos,
Tras la lectura de ambos artículos me he decantado por comentar acerca de la presencia de extranjerismos en nuestra lengua.
Sin duda, todos los idiomas se han enriquecido a lo largo de la historia con aportaciones léxicas procedentes de otras lenguas. En los últimos años, se ha producido un incremento de la incorporación de palabras extranjeras a nuestra lengua, posiblemente debido al desarrollo social, y la importancia de determinadas lenguas en la sociedad. Como nos comenta el artículo, son los anglicismos los que predominan en la actualidad.
Como futuro docente de la asignatura de Inglés, considero que la importación de palabras de otros idiomas a nuestro vocabulario es algo muy enriquecedor y positivo. Sin embargo, siempre y cuando se mantenga la palabra tal cual se conoce en el país de procedencia, sin transformarla.
Existen diferentes tipos de extranjerismos; aquellos que mantienen la grafía y pronunciación originaria, y por tanto, se escriben en cursiva, como por ejemplo, "blues" "amateur" "sheriff" "email", y aquellos como güisqui o cruasán, donde se ha adaptado la pronunciación original, a la grafía española. En mi opinión, resulta difícil leer palabras como las mencionadas anteriormente cruasán o güisqui conociendo la manera en la que se escriben en la lengua original.
A pesar de que la integración de palabras de otros idiomas sea enriquecedor para nuestra lengua, no debemos olvidar que si ya existen palabras equivalentes en español, debemos utilizarlas, manteniendo la riqueza de nuestra lengua. Los extranjerismos pretenden enriquecer la lengua pero no queremos una lengua en la que acabemos teniendo más extranjerismos que palabras de la propia lengua.
Como reflexión final, los extranjerismos no solo enriquecen la lengua aportando nuevo léxico sino también nos ayudan a acercarnos a otras culturas y, en cierto modo, nos incitan a conocer más sobre el idioma y su cultura.
Un saludo,
Marta Ramos Lorenzo
Buenas tardes,
Después de haber leído los 2 artículos correspondientes para la realización de esta entrada me he decantado por la lectura del punto 2 que es un artículo escrito por Delgado para el periódico ‘’El País’’. Me parece muy interesante que se hable del Español en el mundo y saber que está siendo un idioma en auge, puesto que, siempre, o al menos desde mi punto de vista, se la ha dado más ‘’valor’’ al idioma inglés. Muchos piensan que este es el idioma universal, y bueno, sí que lo es, pero ¿por qué no darle más peso a un idioma que habla una gran parte del mundo?
El artículo habla de ello, nos cuenta que el uso del español ha crecido muchísimo en los últimos años y que es muy utilizado por muchas personas para gestionar negocios en diferentes partes del mundo. No es de extrañar cuando existen una veintena de países que poseen como lengua oficial el español. Y es que, este idioma es el tercero del mundo en cuestión de hablantes. Hoy en día ha aumentado el número de estudiantes y es ahora cuando se unen más y más los empresarios extranjeros que quieren abrir fronteras y acercarse al mercado español. El uso de Internet ha tenido mucho que ver en ello ya que gracias a esta herramienta ha crecido el número de cursos dedicado al estudio de nuestro idioma ya sea por parte de los empresarios como por parte de los estudiantes habituales de alrededor del mundo.
Asimismo, el artículo de ‘’El País’’ nos habla de la experiencia de Elodie Vessieres, que apunta que aprender español no es solo aprender un idioma, es aprender tradición, cultura, un estilo de vida… y es que el estudio del español no solo está en auge en el mundo empresarial, también ha aumentado el número de extranjeros que deciden venir a España a aprender el idioma y estar en contacto directo con este. Desde mi punto de vista esa es la mejor manera de aprender un idioma.
¡Saludos!
Vidania Díaz.
Buenos días,
Con respecto a la noticia denominada “500 millones de razones para saber español”, estoy de acuerdo con las ideas que se exponen en el artículo. Aprender español se está convirtiendo en un negocio y parece ser que el auge del idioma español ya es un negocio en sí mismo. Vemos, por ejemplo, que en la EOI (Escuela Oficial de Idiomas) se imparte desde hace unos años la asignatura denominada “Español para Extranjeros”, para dar respuesta a esa demanda emergente. Por otra parte, podemos encontrarnos con el Instituto Cervantes por diferentes países del mundo; uno de los objetivos que tiene esta institución es la conservación y extensión del idioma español por todo el mundo.
Saludos
Mirja
Buenos días:
Me gustaría comentar, el artículo: "500 millones de razones para saber español". Me parecen muy interesantes las ideas comentadas en el artículo, como podemos aprovechar nuestro propio idioma como un beneficio para nuestro país. Me he informado un poco, descubriendo que actualmente, el español el la segunda lengua más hablada en el mundo, hemos conseguido superar al inglés, debido a la gran presencia de latinoamericanos en E.E.U.U. Desde pequeñitos nos han transmitido la importancia de saber idiomas y poco a poco nuestro idioma cada vez es más importante. Debemos sacarle partido a nuestra lengua materna, aprenderla correctamente y promover nuestra cultura, para así crecer como país conjuntamente.
Saludos
Alba Ruiz
Buenas tardes,
Yo me he decantado por el artículo de los extranjerismos porque me ha llamado mucho la atención.
En primer lugar y mientras leía el artículo, me he dado cuenta de lo complejo que puede llegar a ser el lenguaje, porque no todos hablamos igual. No sólo hay diferencias idiomáticas, sino también dentro de un mismo país, dentro de una misma localidad y de una época a otra. También me ha parecido compleja la tarea que deben desempeñar los académicos de la lengua porque, el hecho de que el lenguaje cambie constantemente, hace que tengan que estar siempre al día con respecto a los términos que dejan de utilizarse y los que se incorporan. Esto obliga a modificar las versiones del diccionario, que contiene aproximadamente 80.000 palabras, nada menos.
Por otro lado me ha sorprendido que algunos términos que yo creía propios del español resultaran ser préstamos, siendo precisamente la palabra “español” una de ellas. Asimismo, me ha resultado curiosa la manera en que los hispanohablantes adaptamos los préstamos, pudiendo ser a la pronunciación o a la ortografía españolas, pues todas las palabras tienen doble vida: una oral y otra escrita.
Además de lo ya comentado, coincido con mi compañera Marta en que, el hecho de que las distintas lenguas se mezclen y se presten palabras que cada una adapta, lejos de suponer un problema constituye un enriquecimiento; pues permite un acercamiento entre las distintas culturas y favorece la comunicación entre ellas.
Por último, quería compartir una opinión acerca del artículo que no tiene que ver tanto con los extranjerismos pero sí con el diccionario. El artículo dice que “La Academia Española es, como su nombre indica, Real. Es decir, reina, pero no gobierna, propone pero no impone”. Yo también considero que el diccionario debe incluir aquellas palabras que los hablantes usemos normalmente. No obstante, también opino que hay ciertos límites. Hoy en día existen muchos problemas de expresión y se pronuncian palabras o se dicen expresiones con algún error. Si dicho error o vulgarismo está generalizado, no creo que deba incorporarse al diccionario. Un ejemplo de esto es “asín”, de “así”, que está contemplado en la Real Academia Española.
Un saludo
Ester
Hola a todos!
Para empezar me ha gustado mucho el artículo “500 millones de razones para saber español” porque refleja la importancia de estudiar español y la alta demanda que hay en muchos países por conocer nuestra lengua materna. Creo que, hoy en día, la segunda lengua más hablada en el mundo es el español ya que gracias a deportistas como artistas nacionales han hecho que todo el mundo sienta interés por España, por conocer la cultura española, la cual puede incrementar más el estudio de nuestro idioma, como un fin para buscar empleo o simplemente como disfrute.
Un saludo
MªCarmen
¡Buenas noches! Yo me he decantado por el artículo de “500 millones de razones para saber español” puesto que no estaba al tanto de lo rápido que ha crecido nuestro idioma y de la gran importancia que se le otorga actualmente. Me ha parecido muy interesante esta noticia y la comentaré a continuación.
Para empezar, considerando lo que comenta Delgado, el español es hablado por aproximadamente 500 millones de personas y este hecho lo convierte en un idioma muy poderoso. Hoy en día, un gran número de negociantes se plantea aprender nuestra lengua ya que tienen una cifra muy atractiva de posibles clientes. Este interés se debe en parte al crecimiento de América Latina. Asimismo, el español estará cada vez más presente en un gran número de lugares allá dónde vayamos y como resultado, será un buen reclamo para el turismo, el mundo de la web, los anuncios publicitarios, entre otras muchas cosas.
Por lo expuesto anteriormente, la enseñanza del español está actualmente en auge. Hay millones de estudiantes y/o trabajadores que, no solamente se apuntan a cursos para aprender nuestra lengua, sino que vienen a nuestro país para convivir con el idioma y así también aprender de nuestra cultura. Sin duda alguna, los hispanohablantes seguirán creciendo con los años y nuestro idioma se reconocerá como una lengua esencial para el futuro de igual manera que en nuestra cultura se ha considerado siempre el inglés.
Un saludo,
María
Me gustaría comentar el artículo de “Guisqui no gustó, ¿gustará pirsin?
Parto de la premisa que los extranjerismos enriquecen, no empobrecen. La sociedad, la lengua está continuamente cambiando, la sociedad demanda nuevo vocabulario y toma prestado de otras lenguas esos términos que consideran relevantes en ciertos contextos.
Desde finales del siglo XII los inmigrantes de Aragón y Castilla prestaban vocabulario de otras lenguas. La lengua española en sí es un caldo de préstamos lingüísticos, del latín, del prerromano, de otras lenguas de origen germánico, y de otros léxicos adquiridos por diferentes oleadas de inmigrantes que se asentaban en España.
Cada época también tiene extranjerismos, en el Renacimiento era la etapa de los italianismos, La Ilustración de los galicismos y en la actualidad de los anglicismos. Es por todo ello que es relevante tener en cuenta el uso de las palabras, y tener en cuenta el registro en que se usa.
También hay que tener en cuenta que todos los términos tienen doble vida, una oral y otra escrita.
La Ortografía tiene que trabajar “duro” para implantar esos nuevos préstamos lingüísticos a nuestra lengua.
Tenemos dos opciones; o dejamos el nuevo término tal cual escribiéndolo entre paréntesis, o popularizarlo, es decir, escoger sonidos de nuestra lengua que se asemejan al sonido del término extranjero y adaptarlo al español.
También aquellos extranjerismos más usados y presentes en el español varían según generaciones, algunas palabras tienen más prestigio usando el término extranjero que el adaptado al español.
La RAE propone a veces usar el anglicismo usando el término tal cual poniéndolo entre paréntesis y otros no. Sin emabargo, somos nosotros los hispano-hablantes los que decidimos respetar la forma original o la forma adaptada al español.
¡Buenos días a todos/as!:
Después de haber leído ambos artículos, voy a proceder a comentar la publicación de El País “500 millones de razones para saber español”. Me ha parecido muy interesante ya que el aprendizaje de un nuevo idioma siempre implica un enriquecimiento personal y, en muchos casos tal y como indica el artículo, repercute en el mundo laboral.
Pero, ¿por qué hay 500 millones de razones para saber español?
Para empezar, desconocía que el español fuese la tercera lengua más hablada en el mundo y, además, la más usada en los negocios. Por ello, no es de extrañar que el interés por aprenderlo haya aumentado considerablemente, pues a nivel profesional es una herramienta indispensable para acceder al mundo laboral, no sólo para hacer negocios sino también, en nuestro caso, nos brinda la oportunidad de impartir clases a todos los extranjeros que vienen a España a estudiar nuestro idioma. El otro día, casualmente, coincidí en la guagua con un piloto danés al que habían destinado aquí por motivos de trabajo y me comentó su interés por aprender el idioma, ya que debía instalarse en la isla y pasar en nuestro país de uno a dos años. Como expresa el artículo "El español no es sólo un idioma en auge para los negocios, sino que su auge es un negocio en sí mismo". Sin duda, la enseñanza- aprendizaje del español está en un auge imparable.
Además, el español es el idioma oficial de una veintena de países y, actualmente, casi 500 millones de personas saben hablar el español. Por ello, cualquier persona que conozca y sepa nuestro idioma podrá trasladarse, ya sea por motivos laborales o de ocio, a cualquiera de estos países y desenvolverse de una manera eficaz en los mismos.
Por otro lado, en el artículo se menciona que "Cuando estudias español en España no sólo aprendes palabras. Aprendes cultura y formas de relacionarte allí". En efecto, cuando aprendemos el idioma en el propio país no solamente aprendemos vocabulario sino que, además, aprendemos y nos acercamos a la cultura del país y aprendemos a convivir y a relacionarnos puesto que,para ello, es imprescindible conocer el idioma.
Un saludo,
Paula Benítez Rodríguez
¡Buenos días! Después de haber leído los artículos de El País, he optado por expresar mi opinión acerca de la presencia de extranjerismos en nuestra lengua, dada su vinculación con el área que como maestros/as de Lengua Extranjera nos compete.
Coincido con mis compañeras al afirmar que la lengua está viva, en constante cambio, para adaptarse a las necesidades del hablante y del contexto social. Asimismo, los préstamos lingüísticos están presentes en cualquier lengua, dada la globalización y el mayor intercambio de experiencias a nivel internacional. Esto, lejos de suponer un problema para la identidad de una lengua, implica un mayor enriquecimiento.
En la sociedad en la que vivimos, no tiene sentido cerrarse a otras culturas, igual que a las aportaciones lingüísticas de otros. Igual que no perdemos nuestra identidad como canarios al celebrar conjuntamente las festividades de "Los Finaos" y "Halloween", adoptar palabras de otras lenguas no va a suponer la pérdida de la propia.
Por último, considero que la incorporación de los extranjerismos a nuestro diccionario tras una adaptación de su pronunciación y de su ortografía puede llegar a ser muy confuso. ¿Por qué no escribir "manager", "judo", "catering" o "piercing"? ¿Por qué no usar las palabras tal y como las tomamos de otras lenguas? Estoy de acuerdo con mi compañera Bárbara al argumentar que dicha modificación de los extranjerismos supone un paso atrás en lo que al dominio de una lengua extranjera se refiere.
Un saludo,
Cristina González Gutiérrez
Buenas tardes
El artículo que he elegido para comentarlo ha sido el que trata sobre la presencia de los extranjerismos por el hecho de que me ha llamado bastante la atención.
Los extranjerismos dan riqueza al idioma español, como afirma el artículo, pues es el paso del tiempo el que lo demuestra debido a que palabras tan españolas como “jamón”, “español”, “favorito” o “intriga” provienen de Francia.
Y es que el español está repleto de extranjerismos o léxico adquirido, junto con el léxico patrimonial, que se fueron incorporando desde diversas épocas y procedencias hasta finalmente ser adaptadas al léxico español. De modo que nuestro idioma comprende una diversidad lingüística originaria de múltiples lenguas. En las profundiades del español existe un multilingüismo como resultado de las influencias de las influencias que tuvieron determinadas lenguas del exterior, como en el Renacimiento lo fueron los italianismos.
Actualmente, esa influencia se origina del mundo anglosajón, los anglicismos los cuales a veces generan un debate en torno a su uso y a la forma de usarlas: si hacerlo como se emplea de forma popular o según las indicaciones de la RAE. Desde mi punto de vista, se debería escribir el extranjerismo en su ortografía original o de la forma adaptada que más se asemeje, por ejemplo: “whisky” o “wiski” pero no “güisqui” o “yas” en lugar de “jazz” ya que resulta muy extraño. Además, escribir el extranjerismo original (“whisky”, “jazz”, “croissant”…), reafirma su autenticidad como se señala en el artículo. Este hecho es algo que interesa mucho en el mundo empresarial o del “marketing”(y no “mercadotecnia”) debido a que resulta más rentable vender un producto respetando su léxico original que con el modo adaptado ya que, de acuerdo con el texto, parecería una imitación.
Otra opción que plantea la RAE a la hora de introducir un extranjerismo al contexto español es traducir la idea y no la palabra en sí, como ocurre con el caso de los tecnicismos: “pendrive” o memoria USB, “ebook” o libro electrónico.
Como conclusión, los extranjerismos forman parte de nuestra lengua y siempre lo han sido, por lo que uno se debe de adaptar a ellos porque en un mundo cada vez más globalizado no es extraño que haya una globalización lingüística. De manera que probablemente, al final, las palabras que hoy en día están en vías de ser aceptadas o no terminarán incluyéndose de forma natural como ocurrió con “jamón”. El tiempo dirá, pues “el tiempo es maestro”.
Estupendo. Infiero de sus intervenciones referidas a los dos artículos que han captado la idea del idioma no sólo como un activo cultural, sin precio, sino también como un organismo vivo, que nace, crece, se desarrolla (y en este desarrollo convive y se deja "prestar"...) y luego muere un poquito al menos en algunos de sus términos... Ya comprobamos en el aula cómo aun habiendo palabras "moribundas", estas pueden pervivir en algunos espacios: en la literatura, en modismos locales o bien en usos lingüísticos muy específicos como puede ser el discurso de la "abogacía"...
Saludos cordiales, Juany
Buenos días a tod@s:
He decidido comentar el artículo “500 millones de razones para saber español” ya que dicho idioma es la lengua oficial de multitud de países en América, además de España y Guinea Ecuatorial, pero es hablado en los cinco continentes. En Estados Unidos es la segunda lengua más hablada después del inglés. Lo que nos dice que es una lengua en auge y en expansión que nos proporcionará importante ingresos futuros con una buena campaña de marketing.
En el artículo se comenta la importancia del atractivo de la lengua en el sector negocios, aportando datos de un crecimiento de más del 15% del PIB en 2009. Si estas entradas de capital logran aumentar nuestro PIB ¿Por qué no promocionar el español como lengua comercial? ¿Por qué no explotar nuestros recursos con el fin de reflotar la economía del país? El número de hispanohablantes en aumento no sólo comparte una lengua, sino que transmite cultura e impulsa un cambio imparable en nuestra sociedad ya que se produce también en la situación un intercambio multicultural en la situación de enseñanza-aprendizaje.
Se habla de que el crecimiento del español en internet ha sido de un 680% y su interés por estudiarlo aumenta a diario. Muchas instituciones se están haciendo eco de la noticia y se comenta que el Instituto Cervantes tiene unos cursos específicos de español para negocios. Aunque también existe un nuevo tipo de turismo que viene a nuestro país a aprender español.
Un saludo,
Guacimara Padilla
He elegido dar mi opinión sobre la utilización de extranjerismos.
Sinceramente, creo que la utilización de palabras que originalmente provienen de otro idioma se ha vuelto tan común que muchas veces utilizamos esas palabras sin saber que son de origen extranjero. Por ejemplo “Chalet” es una palabra que proviene del francés y que usamos comúnmente en español para hacer referencia a un tipo de casa.
Todas/os sabemos perfectamente que nuestro idioma recibe muchos extranjerismos que provienen de diferentes idiomas, sobre todo del inglés. Algunos hace mucho tiempo que los hemos adaptado; por eso suenan nuestros.
Según sé, la Real Academia Española desaconseja el uso de extranjerismos que ya tienen su término equivalente en el español, por lo que considera innecesario el uso de términos extranjeros. Por ejemplo “Email” por “correo electrónico”.
Pero también sé que ningún idioma es totalmente puro; todas las lenguas han tomado prestado algo de otras lenguas. Si tomamos como punto de partida que el castellano, por ejemplo, no podríamos retirar de la lengua todos los términos que los árabes nos legaron, sin causar un destrozo léxico ¿Cómo denominaríamos entonces a la almohada, la alcantarilla o el aceite?
También debemos tener en cuenta que un extranjerismo no lo es propiamente cuando el concepto que transporta no tiene precedente en la lengua en la que se asienta, es decir, si la palabra extranjera viene a cubrir un concepto semántico que está vacío.
En mi opinión, todas las lenguas tienen préstamos de otras. Lo veo normal y lógico, ya que el lenguaje está en continua evolución.
Después de leer los dos artículos, he tomado la decisión de escribir acerca de la presencia de los extranjerismos en nuestro idioma.
Actualmente, nuestro lenguaje está prácticamente lleno de palabras y expresiones que provienen de otros idiomas. A esas palabras o expresiones se les denomina extranjerismos. Usamos extranjerismos en nuestras conversaciones con amigos, en revistas, anuncios de televisión o en la radio.
Desde mi punto de vista, considero que debemos aceptar todas las palabras que provienen de otros lenguas, debido a la continua influencia de los extranjeros en nuestro país (y más concretamente en las islas) y a que nosotros dependemos del turismo.
Muchas personas están en contra del uso de extranjerismos, ya que argumentan que son innecesarios porque los podemos decir en nuestra lengua.
Es cierto que cada vez hay más extranjerismos en nuestra lengua, pero lo que debemos hacer es conservar nuestra lengua, sin dejar de ignorar o usar nuevas palabras provenientes de otro idioma. El intercambio de palabras con otras lenguas nos beneficia.
Buenas tardes,
Habiendo leído los artículos del periódico El País, he elegido hablar sobre el artículo que habla de los extranjerismos.
Me ha parecido muy interesante conocer, entre otras cosas, las transformaciones que puede sufrir una palabra para adaptarla a nuestro idioma. Sin embargo, pienso que modificarla para nuestra “comodidad” puede provocar dar un paso hacia atrás en el crecimiento que podemos experimentar. Por un lado estamos ampliando nuestro vocabulario al coger palabras procedentes de otras lenguas, lo cual es un medio inmejorable de enriquecimiento, pero a la vez que hacemos esto, ¿por qué no ampliamos aún más aprendiendo nuevas ortografías y pronunciaciones? Es, tal vez, una manera de ganar solo medio premio, cuando que está en nuestra mano llevarnos el premio entero.
Por otro lado, estoy totalmente de acuerdo con el hecho de que la decisión de que un extranjerismo se incluya en nuestra lengua o no, es de los hablantes. Somos nosotros quienes tenemos el poder de dar uso a un vocablo, de incluirlo en nuestras conversaciones cotidianas o en nuestras exposiciones más formales. El diccionario es una fuente primordial de aprendizaje y conocimiento, pero nuestra voz es la máquina que da vida a las palabras que nosotros elegimos usar.
Por último, me gustaría añadir que, como maestra de Lengua extranjera, no puedo encontrar ningún aspecto negativo en la incorporación de palabras extranjeras, siendo siempre un aprendizaje, que llega para convivir con nuestra cultura y con nuestra lengua.
Un saludo,
Patricia Robayna Moreno
Hola a todos,
Me gusta el artículo de " 500 millones de razones para saber español" . El español es un idioma muy rico y bello, se perfila como un elemento de comunicación indispensable en el comercio internacional y como recurso global de Interacción social. Es uno de los idiomas más fáciles de aprender, muchos vocablos son similares al inglés y el escrito es casi totalmente fonético. El 35% de los habitantes que residen en Usa, son hablantes nativos de español, ej : Miami, en Europa y en las comunicaciones internacionales es la 2*lengua más popular y es el idioma materno en 21 países. Se está convirtiendo en una necesidad para los negocios, por razones comerciales, es uno de los más utilizados. Cabe destacar que es el idioma oficial de la ONU y sus organizaciones. En Usa es el idioma más solicitado en Academias y el que se exige cada vez más en los trabajos. El Instituto Cervantes ha sido y es un eje conductor fuera de nuestras fronteras, ya que es la mayor organización del mundo dedicada a la enseñanza del español, con 70 centros en más de 30 países .
El crecimiento y expansión del español puede apreciarse en la elevadisima cifra de estudiantes de español o que lo practican como lengua extranjera, se percibe un nuevo turismo que viene a España a estudiar español, por ser el destino prioritario para dichos estudiantes, que no sólo aprende el idioma sino que también la cultura.
Incluso en internet destaca la presencia del español que ha crecido un 68% en 4 años. También abre las puertas laborales a españoles que salen del país, especialmente en el ramo de la docencia, y en el de hostelería y comercio. Por todo esto hay 500 millones de razones para aprender español.
Buenas noches compañer@s,
Los dos temas propuestos para debatir son tan interesantes que me cuesta decantarme por uno o por otro. Como estudiantes de lenguas nos hemos encontrado ante estas discusiones varias veces a lo largo de la carrera dentro y fuera de la Universidad.
He elegido comentar sobre el tema de los extranjerismos que estamos utilizando al hablar castellano, porque mi pareja es portuguesa y me asombra cómo los portugueses abusan de los extranjerismos.
Me he sentido orgullosa de los hablantes del castellano españoles (no latinos en general), nos considero muy auténticos. La razón es porque he visto al compararnos con otras culturas con las que convivo (Colombiana, Peruana, Portuguesa y Brasileña) que utilizamos nuestras palabras y aunque creamos que tenemos la lengua llena de extranjerismos, nos resistimos mucho a que estas se integren en nuestra lengua del día a día. Es increíble cómo en otras culturas abusan de las palabras en inglés o francés, aun teniendo en su lengua un modo de decirlo.
Considero que mientras tengamos palabras en español que definan lo que queramos decir no debemos acudir a otras porque están de moda. También creo que si lo hacemos, porque la evolución del lenguaje lo demanda, pues no está mal porque hay que actualizarse y evolucionar junto a la sociedad, aunque debemos escribir esas palabras en su idioma de origen y no transformarlas. Creo que eso es maltratar la lengua. Si somos modernos para decirlas debemos serlo para escribirlas también. Escribir palabras de otra lengua a como suena en la tuya no tiene fundamento.
En mi caso, mi madre es americana y he crecido con la mezcla de lenguas en casa, lo que me hace pensar que podría tener una opinión más tolerante. Pero aun viviendo en una mezcla de lenguas y culturas, considero que cuando se habla en español debe ser exclusivamente en español, y cuando se habla en inglés también. El Spaninglish creo que es la respuesta a no dominar el lenguaje del país donde vives, y utilizar extranjerismos creo que es la necesidad de sonar moderno o dar a entender que hablas idiomas.
Esto no es más que una opinión, este tema tiene muchas distintas.
Un saludo,
Andrea
Buenos días a todos
Voy a comentar el artículo de El País sobre la presencia de extranjerismos en nuestra lengua.
Hoy en día vivimos en un mundo cada vez más globalizado. Gracias a los medios de comunicación las barreras culturales están cayendo. Se introducen en nuestra lengua nuevas palabras que designan términos que ya existían, o incluso nuevas realidades que por no existir en nuestra cultura necesitaban de los extranjerismos.
Me gusta la reflexión que hace el texto sobre las palabras “castizas” que en realidad son de origen extranjero. La mayoría de nuestro léxico viene del latín, y además tenemos incorporaciones germánicas, árabes, francesas, inglesas…así que podemos decir que nuestra lengua se ha formado a base de extranjerismos que se han aceptado a largo de la historia. Todo esto se puede analizar en el Diccionario histórico que nos permite visualizar la evolución del léxico español.
“Las academias pendientes de la bendición del uso” esta frase recalca la importancia del papel que todos los hablantes tenemos en la evolución de una lengua. Ya que la academia puede sugerir un uso, pero son los hablantes quienes deciden aceptarlo o no. Lo que está claro es que utilizamos la lengua para comunicarnos y para ello debemos utilizar un lenguaje común para la mayoría de los usuarios.
Un saludo
Ana Carlier
Concepción:
La llegada de extranjerismos no es un hecho nuevo en la historia de las lenguas, ni debe entenderse como un fenómeno negativo con capacidad para adulterar su original naturaleza; si bien, reconocer la evidencia del secular intercambio lingüístico no debe ser un pretexto para justificar la laxitud y la anarquía.
Cuando no queda más remedio, porque no contamos con un término castellanizado que posea el mismo o similar significado podremos hacer uso del extranjerismo como es el caso de “pizza” (si bien hay quien dice que podemos decir torta, pero dudo mucho de que el tele-operador nos atienda al pedir una por teléfono).
Debemos tener en cuenta los términos castellanizados que han sustituido a los extranjerismos, como es el caso de “baipás”, para hacer uso del mismo y comprobar como ya nuestros diccionarios no recogen “bypass”. Por otro lado conviven extranjerismos y términos castellanizados, siendo el uso de uno o de otro según quiera el autor del texto, como es el caso de whisky y güisqui, marketing y márquetin…
Como conclusión y a modo de reflexión en defensa de nuestra lengua, debemos esforzarnos en emplear los términos castellanizados cada vez más, para que aparezcan en catálogos de grandes superficies, prensa y anuncios escritos,…obrando como un buen virus, lo más rápidamente posible y evitando de esta manera acabar hablando un spanglish (perdón quería decir espanglish) y renunciando al inmenso patrimonio de nuestra lengua.
Davinia
Siempre han existido los extranjerismos, siendo enriquecedores para la cultura e idioma de un lugar. En Canarias por ejemplo, conocemos el “cambullón” (del inglés “can buy on”).
Es esencial usarlos para expresarnos cuando no tenemos un término adecuado en castellano, como puede ser la palabra croissant o pizza.
Sabemos que la base del español es el latín, por lo que inglés, francés y español tienen términos muy similares, como puede ser “testa-tête” que actualmente, decimos cabeza en español.
Como cita en el texto Salvador Gutiérrez, si el extranjerismo necesita un cambio en ortografía o pronunciación, antes de introducirlo al diccionario, se hará dicha adaptación; sino necesita ser modificado, pasará a éste directamente.
¡Buenas tardes a todos!
Bueno, tras leer los dos artículos propuestos para esta actividad, me he decantado por hablar sobre "500 millones de razones para saber español".
Todos somos conscientes del gran desarrollo y mejora que ha sufrido la lengua española a lo largo de los años. No sólo ha ganado importancia debido a su dispersión por el mundo sino, como consecuencia de la observación anterior, su uso por grandes grupos de personas en distintos países y continentes.
Existe un extenso número de personas que creen que el español es una lengua poco utilizada pero, realmente y como podemos apreciar al leer este artículo, es hablada por casi 500 millones de personas y, además, utilizada para tratar asuntos de negocios, lo cual es una característica a favor de la lengua hispana. En mi opinión, este factor nos beneficia en cuanto a que contribuye al desarrollo económico de muchos países incluyendo, por supuesto, a España.
Además, y como ya han comentado algunos compañeros, al estudiar una nueva lengua no sólo aprendes el idioma, sino que adquieres conocimiento de su cultura, gastronomía, costumbres, hábitos, etcétera.
En definitiva, creo que la adquisición y aprendizaje de nuevos idiomas es muy efectiva para el desarrollo personal de cada uno de nosotros y, por otro lado, nos ayuda a relacionarnos y lograr una mayor independencia para el momento en que nos desplacemos a otros lugares del mundo.
Un saludo,
Alba Hdez.
Buenas a todos,
Tras leer los artículos propuestos para esta actividad me he decantado por el " Güisqui no gustó, ¿Gustará pirsin?
Partiendo de la idea de que cada época tiene su extranjerismo considero que la actual tal y como se dice en el articulo, esta plagada de anglicismo que considero enriquecen nuestra léxico.
Considero que no siempre lo préstamos o anglicismo- como todo extranjerismo- emprobrece nuestro idioma, sino todo lo contrario lo nutre y enriquece. Y es que un idioma no es autosuficiente, no existe una lengua que posee todas las palabras para demoninar o calificar todos los objetos o referirse a todos los conceptos, acciones, realidades, estados de ánimos... Siempre estaremos recurriendo a préstamos lingüisticos, fuentes de una relación sociocultural de los pueblos o países. Ya que considero que toda comunidad lingüistica abastece su idioma a través de la incorporación de vocablos de otros idiomas con lo cuales establece, directa o indirectamente, relacciones de comunicación.
Buenas noches,he decidido comentar el artículo"500 razones para hablar español".Considero que es uno de los idiomas más hablados del mundo, el 3ºy 2º en los negocios, reforzado por el Instituto Cervantes que le ha dado mayor presencia en el mundo.Á ngel Martín Municio en 2003, cuantificó el valor del español a nivel comercial e Internet ha permitido generar el surgimiento de empresas extranjeras en nuestro país,;por otro lado, muchos extranjeros pasan temporads en nuestro país para conocer su cultura y su idioma, quedando así reflejado la afirmación que nuestro idioma se expande cada vez más y que es la llave para "hacer negocios"...
Saludos
Yo he optado por comentar el artículo “sobre los extranjerismos” del País.
Como ya hemos visto en un vídeo de una entrada anterior, la lengua es cambiante y la hacen sus hablantes. Según pasa el tiempo, se incorporan nuevas necesidades lingüísticas y es aquí donde los extranjerismos toman un papel importante. Las nuevas tecnologías, negocios, estudios, formas de vida, etc., hacen que incorporemos en nuestro vocabulario diario, palabras que ni siquiera existían hace unos cuantos años: bluetooth, wifi, wasap...
Pero, ¿acaso es eso algo malo? El enriquecimiento cultural no será algo negativo nunca, si bien no podemos desechar nuestra propia cultura, para sustituirla por la que viene de fuera. No podemos olvidar que el español se ha surtido siempre de los extranjerismos (palabras árabes, francesas, inglesas, etc.) y por eso no ha dejado de ser un idioma muy rico semánticamente hablando.
Cambiarles la grafía e incorporar nuestra fonología a esas nuevas palabras no es algo descabellado desde mi punto de vista. Creo que es la manera de distinguirnos de otros idiomas. El español de a pie lee "beicon", si lo pronunciara partiendo de la grafía "bacon" estaría hablando inglés. En este aspecto si estaríamos perdiendo nuestra identidad y rompiendo muchas de las reglas básicas del español. Termino con un anécdota que justifica lo anterior:
En un bar, un señor de apariencia campechana, con su hijo, le pidió al camarero un seven up, pronunciando la "u" como una "u" española. A lo que el camarero, con una sonrisa irónica le dijo que quizás lo que quería decir era seven ap. El señor, con un semblante algo más serio le respondió: "Maybe you want to continue this conversation in English, but I think It's not necessary."
Ancor Y. Jiménez
¡Buenas tardes!
Voy a comentar sobre el artículo de los extranjerismos.
Lo resumiría con una frase “todo en su justa medida”. Creo que los extranjerismos enriquecen muchísimo nuestra lengua así como los préstamos u otras influencias que recibe constantemente una lengua. Sin embargo, esto nunca puede ser en decremento de nuestro propio vocabulario, muchas personas intentan hacer un uso frecuente de los extranjerismos incluso cuando no conviene en su discurso.
Por otro lado, la RAE y su influencia en la lengua. Es esencial la existencia de la RAE pero aún más la aprobación popular de todos los usuarios. Sin la presencia de la RAE probablemente no tendríamos normas como las existentes que “controlasen” la lengua y la alejasen de convertirse en objeto de continuo empeoramiento entre las diversas opiniones y hablas de la sociedad. La RAE mantiene unificada nuestra lengua. No obstante, opino que no siempre acierta, claro ejemplo de ello: la palabra güisqui.
Por tanto considero que en cuanto a los extranjerismos debe haber una buena relación RAE – usuarios para el correcto uso de la lengua y los extranjerismos. Teniendo siempre en cuenta la prevalencia de nuestro idioma a la hora de acoger nuevas palabras.
Un saludo,
Sara Cardona
Buenas tardes a todos,
Tras leer éstos dos artículos publicados en el periódico el País sobre “500 millones de razones para saber español” e “influencia de extranjerismos en nuestra lengua”, me he decantado por este último, pues me parece de vital importancia comentar o destacar la gran cantidad de extranjerismos provenientes de otros países que cada día se van sumando a nuestra lengua enriqueciendo el léxico español.
Como dice dicho artículo, en el idioma español, la introducción de extranjerismos suele corresponder a distintas modas y épocas. Un ejemplo de ello es la época del Renacimiento, en donde se añadieron italianismos relacionados con las artes.
Luego, con el auge de Francia en el siglo XVIII, se introdujeron en el castellano numerosos galicismos, relativos sobre todo a la moda y a la gastronomía (chef, champaña, gabardina, gourmet, champiñón, buffet).
Durante el siglo XX, por el contrario, la avalancha de anglicismos aumentó a causa de la pujanza de los Estados Unidos, los relativos a la tecnología, la informática (pen drive, software, blog, PC, e-mail, chip) la economía y el entretenimiento (best seller, film, thriller).
La gran influencia es sin duda la del inglés, pues el vocabulario de la inmensa mayoría de las lenguas está plagado de anglicismos.
Finalmente destacar que tanto en la lengua hablada como en la escrita, en numerosas ocasiones se cometen incorrecciones con la introducción de términos provenientes de esas lenguas foráneas. Esto se nota en la ortografía, que se aparta de lo habitual, en la pronunciación, que puede ser vacilante, y en la morfología, que puede dar lugar a conflicto de normas en la formación del plural, en la conjugación, etc.
Desde mi punto de vista, los extranjerismos enriquecen mucho nuestra lengua, aunque debemos cuidarla o acabaremos con ella, quedando en el olvido de las generaciones posteriores. Podría llegar un día en el que vayan desapareciendo muchas de nuestras palabras, siendo éstas sustituidas por palabras inglesas.
Saludos,
Anabel Mentado
Buenas tardes a tod@s!!
Una vez leído ambos artículos, me he decantado por “500 millones de razones para saber español”
En primer lugar debo reconocer que me ha llamado mucho la atención la importancia que se le da en este artículo al español. Es cierto que se trata del idioma oficial de una veintena de países pero, en términos generales, siempre se le ha dado una mayor importancia a la lengua inglesa.
Desconocía la influencia que ejerce en los negocios. Como se menciona en el artículo, el hecho de que casi 500 millones de personas sepan hablar español es un atractivo a la hora de hacer negocios. Me sorprende, ya que a nivel personal guardaba otra opinión que me gustaría compartir.
Cuando viajé a Toronto, Canadá, a realizar un curso de inglés por unos meses, pude observar como los nativos canadienses conocían estas tres palabras que se mencionan en el texto: fiesta, siesta y paella.
Allí me explicaron la concepción que tenían de los españoles (gandules, fiesteros y que disponemos de platos exquisitos como “paella”), y que con estas tres palabras lo resumían todo. Me sentí casi obligada a negar esas tres palabras puesto que veían nuestro país como un simple lugar de ocio y entretenimiento.
Este artículo refuerza algunos de mis conocimientos previos y me informa de muchos datos que desconocía como “usar el mismo idioma, a la hora de negociar, multiplica por dos o tres veces la cuota del mercado de España en las exportaciones de países hispanohablantes”, dato que considero importantísimo. También cita que cada vez son más las personas de otras lenguas que quieren saber español, que pretenden incluso aprender nuestra lengua con fines empresariales.
Por ello “la demanda crece y hay que preparar a los profesores” asegura Antonio Rodríguez, responsable de un curso de esta especialidad en la UIMP (Universidad Internacional Menéndez Pelayo).
Por último resaltar la idea que mencionan en el artículo de “cuando estudias español en España no sólo aprendes palabra. Aprendes cultura y formas de relacionarte allí”. No podría estar más de acuerdo con este enunciado ya que, hace unos meses y para poder aprender la verdadera cultura inglesa, regresé de Toronto después de convivir con canadienses, aprender sus costumbres, lengua, estilo de vida y muchos aspectos que, coincidiendo con lo que se menciona en el artículo, no podríamos aprender en España.
Un Saludo!
Estupendas las observaciones realizadas... Les dejo aquí una "dulce" frase de una de ustedes (a ver si pillan quién la ha dicho) que merecería aparecer en los sobres de azúcar que acompañan nuestros "cafés"... (Es una actividad de "selección de "sentences"que no me dio tiempo de comentarles...). Aquí va la frase, sin duda, fantástica: "nuestra voz es la máquina que da vida a las palabras que nosotros elegimos usar". Un abrazo, Juany
Para esta entrada he escogido el artículo “500 millones de razones para saber español”. Me ha parecido un artículo muy interesante. Como expresa el mismo, el español es un idioma que está en auge al tratarse de la tercera lengua más hablada en el mundo, y nosotros tenemos la suerte de conocerla a la perfección. El lenguaje “universal” por excelencia es el inglés, pero con el paso de los años estamos viendo que nuestro idioma está adquiriendo más valor de cara al resto del mundo, es por eso que debemos aprovechar nuestro conocimiento del mismo como una oportunidad. De todos es sabido que España no se caracteriza por tener un alto nivel en una lengua extranjera, pero por suerte, nuestra lengua materna está adquiriendo importancia, ¡aprovechémoslo! Ya no solo en el área de los negocios sino también formando buenos especialistas que enseñen nuestra lengua cada día a mas y mas personas, hago hincapié en “buenos” porque saber español, no te capacita a enseñarlo, no por ser nativos, somos profesores de español como lengua extranjera, tenemos que formarnos para hacerlo bien y conseguir con los años más personas capaces de hablar en español.
Una vez leídos los dos artículos sobre las razones para saber español y sobre la influencia de los extranjerismos en nuestra lengua, he decidido hacer la reflexión sobre el segundo.
Mientras realizaba la lectura de dicho artículo una de las preguntas que constantemente me venía a la cabeza era ¿por qué no aceptar la palabra tal cual viene del otro idioma? He comprendido que es muy complejo incorporar nuevas palabras a nuestra lengua ya que se intenta adecuar la ortografía y la fonología de la palabra a nuestra.
Los extranjerismos han formado parte de la cultura de nuestro lenguaje desde su aparición, no es algo que se esté produciendo en los últimos años exclusivamente. Probablemente muchas de las palabras que consideremos propias de nuestro lenguaje procedan de otras lenguas que ni tan siquiera conocemos. Bajo mi punto de vista esta incorporación de nuevos términos a nuestro lenguaje me parece una influencia positiva y enriquecedora que deberíamos valorar y dejar de considerar que si se escribe de una forma u otra. Al igual que la traducción de nombres propios como por ejemplo “Charlie”, Carlos, me parece que se pierde la esencia de la nueva palabra al intentar cambiar su ortografía y por otro lado estos cambios generarán confusión a la hora de escribirla en un idioma u otro por lo que considero que la palabra se debe aceptar tal cual proviene.
En mi opinión nuestra lengua no sólo incorpora términos nuevos sino que también los expande, como por ejemplo “siesta o paella”, en el artículo no se menciona nada sobre la repercusión que tienen las palabras de nuestro idioma ni sobre cómo adoptan las otras lenguas nuestros términos.
Para concluir me gustaría señalar que la lengua evoluciona cada día y no podemos pretender que en una sociedad globalizada y comunicada a través de los múltiples medios que existen hoy en día, evitar incluir términos nuevos en nuestro idioma ya que con el paso del tiempo seguirán aumentando y debemos valorarlo como algo positivo, que afecta no sólo a nuestra lengua si no al mundo entero.
Saludos,
Grisela
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