El humorista gráfico El Roto nos invita a crear una dinámica a partir de una sugerente viñeta suya... (véase la Tarea 1 del Dossier Módulo II)
¿Qué se puede hacer?
- Incorporar en "bocadillos" un mensaje (dialogado o no).
- Generar un enunciado: definición en forma (o no) de aforismo, refrán...
- Generar un lema (eslogan) publicitario.
- Crear una adivinanza, retahíla...
- Crear un relato hiperbreve.
- Crear un pequeño cuento.
- Generar un decálogo con buenas prácticas de la lectura (las fortalezas del hábito de leer) a partir de lo sugerido por la ilustración.
- Recolorear, recortar, manipular el dibujo incorporando otros personajes...
- Redactar un titular de noticas y su Lead
- ...
19 comentarios:
Dinámica elegida: ''Cuento''
Aceite de girasol
No conocían mundo más allá de las miles y miles de hectáreas de aquel inmenso campo lejos de cualquier tipo de civilización. Toda su vida habían estado rodeados de aquellas plantas herbáceas que los habían visto crecer. Testigos de numerosos escondites, risas, llantos, secretos y confesiones. Nunca habían salido de allí, en ningún momento les había dado curiosidad que cosas aguardaban tras el horizonte de aquel campo de girasoles. Todo su tiempo libre lo pasaban inventando historias e imaginando futuros inverosímiles, dando largos paseos y observando numerosas puestas de sol. Sus vidas eran sencillas pero intensas, valoraban y observaban experiencias únicas para ellos: La relación que intentaban tener el sol con la luna y el cómo ambos llegaban tarde a su cita impidiendo tan esperado encuentro, como los girasoles bailaban con el viento y un largo etcétera. Vivían tranquilamente en aquel campo, ese campo que nunca se había separado de ellos. Una buena mañana, cuando se disponían a dar su paseo matutino, observaron alucinados como el cielo, que hasta entonces siempre había estado despejado, se había levantado totalmente nublado. Ellos nunca habían visto el cielo de esa manera, solo lo habían conocido con un intenso azul y totalmente despejado. Fue entonces cuando comenzó a caer ‘’agua’’ del cielo, pequeñas gotas que empezaron a mojar sus cabellos. Ambos, sin entender aún la situación, se metieron en casa a esperar que esa lluvia acabara. Las horas pasaron a ser días y los días semanas, aburridos y sin saber qué hacer, decidieron jugar a lo que más les gustaba, ‘’El escondite’’.
En una de las rondas del juego, mientras uno de los dos buscaba un buen lugar para esconderse, descubrió un ático oculto el cual no conocían en absoluto. Dicho ático contenía cientos y cientos de libros, despertando en ellos una curiosidad bastante grande por saber que contenían. Sus vidas empezaron a girar en torno a ese ático, eran muchas las horas que pasaban ahí arriba mientras la lluvia seguía sin cesar en el exterior. Historias, cuentos, relatos, leyendas, todo tipo de lectura enriquecida con valores, moralejas y conocimientos que ellos habían desconocido durante tanto tiempo. Habían descubierto el mejor pasatiempo, habían encontrado el amor por la lectura. Tras varios meses de lluvia, un buen día el sol decidió salir. Lo que les esperaba tras aquella pequeña ventana no era nada normal, el campo de girasoles no había soportado tanta cantidad de agua durante tantos meses, lo que ellos habían conocido desde muy jóvenes, se había convertido en un enorme lago de aceite de girasol. Los dos se miraron pasmados sin poder gesticular y sin poder pronunciar ninguna palabra. Rápidamente empezaron a reflexionar que iba a ser de sus vidas teniendo su casa rodeada de aceite de girasol, no podrían aguantar allí mucho tiempo, debían buscar una solución. Tras varios minutos sin saber qué hacer, a uno de ellos se le ocurrió una idea algo alocada, ambos no confiaban mucho pero eran conscientes de que sería su única salvación.
Y así fue como ambos decidieron coger su libro favorito, ese libro que les transportó y les enriqueció de conocimiento tras tantos días de lluvia, no podía ser cualquier libro, ya que debía ser sólido y capaz de soportar cualquier cosa. Rompieron la ventana y cada uno se montó sobre su libro elegido. No sabían que habría tras ese horizonte de aceite pero lo que si era seguro es que sus vidas estaban a punto de tomar un rumbo totalmente diferente, iban a dejar de leer historias y comenzarían a escribir la suya propia. Y así fue como comenzaron a remar por aquel lago de aceite de girasol, para posteriormente desaparecer en ese horizonte que, hasta ese entonces, había sido desconocido para ellos.
Para dicha actividad me he decantado por elaborar un cuento: “El náufrago”
Cuenta la leyenda que vieron a lo lejos dos libros naufragar a la deriva. Trataban de huir de un mundo donde había desaparecido su formato. Sentían que ya no pertenecían a ese mundo, que ya no transmitían esas sensaciones de viajar y de imaginar, que provocaban sobre el lector. Pero un buen día, durante su viaje, se les acercó de forma muy amigable una tablet que andaba un tanto perdida. Sin embargo, los libros comenzaron a remar y remar lo más rápido posible.
¡Eh! ¿A dónde vais? Tranquilos que no les voy a hacer nada. – dijo PiTablet
Estamos huyendo de un lugar donde no nos sentimos acogidos – dijeron Librito y Libretón.
Yo llevo unos días perdida, me he quedado sin batería y no he podido volver a Tabletlandia. ¿Me podríais echar una mano? – expresó PiTablet de forma muy angustiada.
Mientras tanto, Libretón y Librito, cuchicheaban entre ellos sobre lo que debían de hacer. Volvieron esos temores, la sensación de ahogo que les transmitía estar en ese mundo que cada vez les echaba más de lado, la presión del formato novedoso frente a lo tradicional,…. Pero justo cuando ya habían decidido que hacer, sus reflexiones fueron interrumpidas por las palabras de la PiTablet.
Veréis chicos, aunque yo sea una tablet yo también me siento desplazada en muchos momentos. No sabéis lo duro que es, que continuamente salgan al mercado nuevas versiones de nosotras. Estamos expuestas a ser sustituidas unas por otras, en tan poco tiempo con nuevas aplicaciones. Somos réplicas mejoradas con el paso del tiempo, pero al menos ustedes son únicos y tienen personalidad propia – dijo de forma reflexiva PiTablet.
Sus palabras dieron que pensar a Librito y Libretón, y se atrevieron a expresar sus temores.
Sentimos miedo de desaparecer, cada vez las nuevas tecnologías nos hacen sombra y creemos que hemos perdido una batalla frente a lo novedoso, lo táctil, lo práctico,…- expresaron Libreto y Libretón.
PiTablet mostró su empatía con los libros, y compartía ese mismo sentimiento por lo que añadió un nuevo pensamiento.
Somos diferentes en formatos, en tacto, en olor, a la vista….pero al fin al cabo compartimos el mismo objetivo. Que el lector navegue por un mundo donde prevalezca la imaginación, desarrolle su capacidad creativa, amplíe la visión de la vida y en definitiva; que sienta la necesidad de leer por diversión y no por obligación. Aunque también somos más prácticos, podemos llegar a almacenar cientos de libros dentro de nosotros, ocupamos poco espacio e incluso podemos llegar a promover más la lectura al ser más llamativo a la vista y demás ventajas que podamos tener.
Bueno, bueno…es cierto que ustedes pueden hacer que cobren los cuentos vida cuando vuestras aplicaciones se lo permiten. Pero a través de nosotros, los lectores pueden sentir el tacto de las páginas al pasarlas, de tal forma que su atención se focaliza en lo que se está contando frente al interés que puede crear el formato digital. ¡Además, somos más accesibles, nuestras portadas varían, no somos tan caros y si nos revendieran tendríamos mayor valor al ser una reliquia! – exclamaron Librito y Libretón.
De repente hubo un silencio, y comenzaron a escucharse unas carcajadas a lo lejos. Eran unos niños que habían prestado atención a toda la conversación. Se sumaron a PiTablet, Librito y Libretón y dijeron: ¡Qué más da el formato! Lo importante es que sigan existiendo las palabras. Las diferencias deben de enriquecer, no destruir.
La forma en la que trabajaría este tipo de cuento sería a través de un debate posterior a la lectura previa. Establecería una serie de cuestiones como, ¿Qué valores han querido transmitir los personajes de la historia?, ¿Hoy en día se impone lo digital frente al formato papel?, ¿Son complementarios o enemigos?, ¿Qué sentimientos te transmite ambos formatos?, etc.
La dinámica elegida es:
Personaliza de forma libre el cartel con materiales reciclados y crea un título "eslogan" que resuma y acompañe a la imagen.
P.D: La imagen no la puedo cargar por aquí, la enseño hoy en clase.
El eslogan de apoyo elegido es "Viajando por las palabras"
Mi intervención sería generar un enunciado y añadirle en "bocadillo" un mensaje.
- El enunciado sería: En busca de las palabras perdidas
- Los "bocadillos": el muñeco A (izquierda) Yo por esta zona, he encontrado igualdad y bondad
B (derecha) Pues yo no encuentro nada, nos faltan, amistad y solidaridad.
Mi propuesta es un eslogan publicitario:
"Navega por el mar de la lectura"
Se pueden hacer unos bocadillos recortados, y que los niños los vayan rellenando y los peguen en la ilustración que estaría a gran tamaño sobre la pared, un ejemplo:
- ¡¡¡Vamos Epi, sigue bogando, pronto llegaremos a nuestro destino deseado!!!
- Logo espérame, sigo sin entender para qué quieres que vayamos a la Biblioteca.
- Verás, allí nuestras historias no quedarán en el olvido. Hay miles de libros y más personas aún que quieren y desean conocer nuestras fabulosas historias. Que aunque mojadas, no son refrescantes, pero seguro que a más de uno se le empapa la cara de incontinencia lagrimal.
Un enunciado que pueda establecer cada niño.
Como por ejemplo: "Los libros no se hicieron para decorar las estanterías".
"Los libros hacen más llevaderas las dificultades, siempre es mejor remar que nadar"
Jesús Javier Zumaquero Garriga
CUENTO: El país perdido de las palabras perdidas.
En el país perdido de las palabras perdidas no hay escuelas, ni coches, ni casas, ni aviones, ni edificios, ni siquiera existe allí, querido amigo, un kiosko de chuches. Tampoco hay lluvia, ni perros , ni jirafas y mucho menos lápices de colores. Hay millones de letras amontadas , que antes formaban parte de palabras a las que nadie había hecho caso; palabras que se dijeron y nadie escuchó, frases que no llegaron a ningún sitio y el viento las atrapó y las llevó hasta allí, al país perdido de las palabras perdidas. Si alguna vez logras encontrar la puerta que llega directamente al país perdido de las palabras perdidas y claro, tuvieras mucha, mucha , muchísima curiosidad por verlo, ábrela, atraviésala y siéntate cómodamente en Orejones, el primer habitante que decidió que era un buen sitio donde quedarse. Orejones es un cómodo sofá rojo, que tiene enormes brazos y enormes orejas; enormes brazos para recibir con un abrazo a todos los niños valientes y curiosos que atraviesen la puerta, y enormes orejas, claro, para escuchar todas las palabras y frases que puedan decir los humanos. Cuando estés sentado en Orejones, quédate tranquilo, en silencio y con los ojos muuuy abiertos y entonces podrás ver la gigantesca montaña de letras y más letras amontonadas. Poco a poco te darás cuenta de que orejones está flotando en el aire y que la montaña de letras flota en un enorme lago de color verde. Y ese es el momento en el que podrás ver a Lucho y Luna, las únicas personas que viven en el país perdido de las palabras perdidas. Lucho y Luna son las personas más felices de todas las personas, y te voy a contar por qué. Ellos son los juntaletras; navegan todos los días en una especie de barcas grandes que no son barcas en realidad, son enormes libros de hojas en blanco. Lucho y Luna, las personas más felices de todas las personas, reman hacia la montaña de las letras perdidas y las van atrapando con su caña de pescar. Con esas letras van haciendo palabras y con esas palabras van haciendo frases hermosas. Esas frases hermosas van formando historias increíbles , cuentos de piratas, de castillos , de duendes y de hadas, de niños que viven aventuras, de dragones y peces. Cuando acaba el día , Lucho y Luna reman sus libros hasta el borde del país perdido de las palabras perdidas, y allí esperan al viento. El viento recoge todas esas historias que Lucho y Luna crearon y las lleva a todas las ciudades en las que vivieron aquellas letras y palabras a las que nadie hizo caso.
Me olvidaba contarte algo, sólo hay una forma de llegar al país perdido de las palabras perdidas. Orejones tiene un ejército de miles y miles de millones de otros como él repartidos por todas las casas y edificios del mundo. Busca uno en tu casa, busca un libro hermoso y sentado en tu "otro Orejones", ábrelo, quédate tranquilo, en silencio y con los ojos muuuy abiertos , entonces podrás ver como todas esas palabras forman una hermosa historia que Lucho y Luna crearon y lanzaron al viento en el país perdido de las palabras perdidas.
Juan es un niño de la favelas de Brasil, solo tiene catorces años y desde pequeño vive solo con su tía Laura. Sus padres tuvieron un accidente de tráfico y fallecieron. Juan no sabe leer ni escribir, el siempre ha soñado con ser futbolista o piloto de fórmula 1. Todos los días, su tía Laura le anima para que vaya a la escuela y aprenda. Tanta fue la insistencia de su tía que Juan una mañana decide ir a la escuela, esta se encuentra a media hora de camino de su casa. Cuando llega a ella, observa que está cerrada. Juan se acerca a la puerta y toca el timbre. De repente aparece un señor alto, con barba blanca y acento extranjero. Hola me llamo Hemingway, ¿qué quieres? Juan, un poco vergonzoso, le contó que quería aprender a leer y a escribir. Entonces el hombre le dice que hoy es fiesta en el centro y no hay clases y que él, es el profesor de esa escuela. Como ve a Juan un poco fatigado y triste, le invita a entrar y tomarse un vaso de agua. Hemingway le cuenta a Juan como se trabajaba en la escuela, y que si quiere aprender, debe de ser puntual y trabajador. También le dice las materias que se estudiaban. El niño quedo fascinado, de lo que le hablaban. Estaba impaciente por empezar. Se despidió de Hemingway y marcho para casa.
Mientras caminaba se tropezó con una piedra y se calló de bruces, dándose en la cabeza. Al despertarse, se encontró en la selva Amazónica. No sabía dónde estaba, ni que hacia ahí. Solo escuchaba el sonido de unos tambores, que cada vez sonaban con más fuerza. Era la tribu de los CHUNDA CHUNDA expertos en hacer sopa con niños de 14 años que no saben leer. Juan corrió desesperadamente hacia la orilla del río. Cuando ya estaban a punto de llegar la tribu, fue cuando diviso a una persona a cien metros de la orilla con dos balsas hechas de libros. Era Hemingway que venía a rescatarlo. Juan subió a una de las balsas y los dos remaron con fuerza hacia la otra orilla. Al llegar al otro lado, Juan le agradeció a Hemingway lo que había hecho, En Ese momento, se despertó del sueño y se encontró tirado en el camino que lo llevaba a casa.
Al día siguiente Juan llego a la escuela y entro a la clase de Hemingway, pero no estaba el. Había una profesora que le dijo que esa persona era un escritor famoso y que había fallecido hace muchos años. Al salir de clase Juan le pidió a la profesora si tenía alguna foto de Hemingway. Ella busco por la biblioteca y encontró una de un señor alto con una barba blanca y subido a una especie de libro como si fuera una balsa, Era Ernest Hemingway
Titulo: El niño que no sabía leer
Mi propuesta es un cuento
buenas noches . Te he mandado por correo la tarea. ES una imagen y no se como subirla por aquí
Buenas noches. he intentado subir la imagen que trabajé para esta tarea, pero no he podido. Te la mando por correo. Francisco José García
Lindísimas propuestas... bravooooooooooooooo
Saludos cordiales, Juany
Mi elección ha sido manipular la imagen y añadir un slogan "Navegando en un océano de palabras".
Cuelgo la imagen en el foro de la asignatura :D
A partir de esta viñeta la idea sería realizar un pequeño acertijo, acompañado de la elaboración de un cartel en el aula para la posterior ubicación en la entrada del centro, cerca de la biblioteca.
Proceso de la actividad.
• Mostraríamos la viñeta al grupo clase para comentar qué ven y hagan una pequeña lluvia de ideas sobre qué es lo que sucede en la imagen.
• A continuación realizaríamos un mural con el mismo dibujo de la viñeta, además, le daríamos un pez a cada uno para colorear y recortar.
• Recortaríamos letras de periódico con distinto formato para formar la palabra “BIBLIOTECA”, una vez recortadas las pegaríamos dentro de los peces con velcro para poder jugar con las letras.
• Dentro del mural añadiríamos un bocadillo colgando de una caña de pescar con el siguiente acertijo:
SI TE GUSTA PESCAR,
A CASA, NOS AYUDARÁS A LLEGAR.
• En la parte inferior del mural pondríamos velcro para que los niños de todo el centro puedan jugar con las letras y escribir la palabra BIBLIOTECA.
• En el mural pondríamos peces con letras y sin letras, el resto de los peces los plastificaremos y lo pondremos indicando el camino hacia la biblioteca.
La carrera de los libros
Poner bocadillos en ambos personajes de la imagen. Que los alumnos interaccionen en ellos explicando porque razón uno se encuentra primero y el otro segundo. Intentar explicar a los alumnos que la persona que lee, es mas sabia y llega antes a las soluciones que los demás, la persona que sabe conoce la forma de ser mas rápido, la que no, siempre llegará por detrás.
La viñeta de EL Roto la he titulado;
Navegando en un mar de dudas.
Mi elección es generar un enunciado a partir de una frase de Miguel de Unamuno.
“Cuanto menos se lee, más daño hace lo que se lee”.
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