24 oct 2014

90. El anglicismo depredador


La riqueza del lenguaje que utilizamos depende de lo que decimos y de lo que dejamos de decir...
Tu opinión libre sobre el recorte de prensa de Álex Grijelmo, "El anglicismo depredador" (Tarea 3 del Dossier Módulo III).

15 comentarios:

Lucho dijo...

La utilización de palabra y vocablos llegados de otros lugares y utilizados para definir algún concepto no constituye en sí mismo, un mal para el idioma que lo recoge. Lo que sí es perjudicial es la utilización de ciertos extranjerismos para definir algo, que ya tenemos su equivalente en español
La moda de decir anglicismos, en vez de nombrar el vocablo que la representa en español, está haciendo que muchas de estas palabras dejen de ser usadas y poco a poco vayan desapareciendo o son apartadas a un lado. Tenemos que darnos cuenta que disponemos de multitud de vocablos que se adaptan a la perfección a los diferentes contextos para su utilización.
Como dice Álex Grijelmo la riqueza del lenguaje no es solo lo que decimos y utilizamos, sino lo que no decimos, pero sabemos que podemos utilizar.

Kiko dijo...

Es curioso cuando menos comparar los términos anglicismos (y otros extranjerismos)que se dan en la actualidad, con cómo se denominaban en épocas en las que se defendía el español "a capa y espada". En esos tiempos no muy lejanos se les consideraban barbarismos, quizás más por su tendencia invasiva de otras lenguas, especialmente el inglés que por su acepción de brutal o incivilizado, que un poco también, teniendo en cuenta que España era el faro de occidente y los demás países como la pérfida albión vivían en la barbarie moral.
Anécdotas aparte,particularmente me incomoda mucho, quizás porque no las comprendo, todas esas palabras que teniendo su inmensa riqueza semántica en español estén siendo sustituidas por otras del mundo tecnológico, del financiero, del empresarial o simplemente por modas lingüísticas que no se sabe nunca quién las empieza...por poner algunos ejemplos .Independientemente que muchas de esta palabras pueden enriquecer y complementar el español, otras fagocitan en parte nuestro léxico, usando una palabra para describir distintas situaciones que ya el español las tiene diferenciadas con sus innumerables sinónimos , antónimos, verbos etc. "Anglicismos los justos"

Erika dijo...

Es evidente que poco a poco se han ido añadiendo nuevas palabras a nuestra lengua e incluso ya muchas de ellas aparecen contenidas en el diccionario. Estas palabras no dejan de ser otras que las correspondientes a otra lengua, el inglés e incluso algunas que otras del francés, y que las hemos ido convirtiendo como parte de la nuestra. Como muy bien dice el autor del artículo, toda lengua queda enriquecida tanto por lo que decimos como por lo que dejamos de decir; pero el problema radica cuando muchas de nuestras palabras son olvidadas por ser sustituidas por otras que no pertenecen al origen de nuestra lengua, sino al de otra.

No podemos perder nuestra identidad gramaticalmente y lingüísticamente hablando, como lengua española que somos. ¿Buscamos enriquecernos o es sólo una moda pasajera? ¿Prima la estética en el uso de las mismas?; es decir, ¿utilizamos palabras inglesas porque suenan mejor? ¿O simplemente por acortar la palabra al pronunciarlas?. Son cuestiones que debemos plantearnos.
Indiscutiblemente, estamos en contacto directo con otras culturas, y ese ha sido el principal motivo por el cual terminan mezclándose en nuestro vocabulario. Y es por tanto, por lo que muchas veces nosotros mismos, en nuestro día a día, en nuestras conversaciones con amigos, bromeamos y utilizamos anglicismos como algo cotidiano.

Richart dijo...

A mi me parece genial la presencia de extranjerismos, ya que enriquece el lenguaje y es una forma de interrelacionarnos con otras culturas. El problema es cuando esas palabras adaptadas y añadidas absorben a otras propias del idioma. Bueno, propias relativamente, ya que una gran mayoría vienen del latín, del griego, del árabe, del francés, etc... Pero al menos al decir propias, es decir las que se han ido utilizando a lo largo de los años, y que en vez de añadir sinónimos, parece que hacemos que el idioma sea como el inglés: simple, directo y sin riqueza de sinónimos.
Aunque la mayor presencia de extranjerismos se encuentre en latinoamérica: computador, el maus, parkear, troca (camioneta), carro (car), etc... No significa que caigamos también en la dejadez de sustituir la palabra porque la diga todo el mundo, o porque sea la más utilizada en las redes sociales como: espoilear, banear, hackear, etc...
En definitiva, me parece bien la entrada de extranjerismos en el idioma, pero no me agrada que queden en el olvido muchas palabras por este motivo.

Himar Mendoza dijo...

Probablemente existan varias vertientes de la introducción de estos anglicismos, una, sin duda es el comercio, aunque los tiempos han cambiado y las formas también, se siguen usando, actualmente de forma más irrisoria intenta captar a esas manadas de corderos de incalculable inteligencia, que prefieres pagar 4 € por un super mega hiper muffling, que 20 céntimos por una magdalena, es mejor pagar 2 € por una super mega hiper chiplitiflauger Cookie que 20 céntimos por una galleta, el márquetin empresarial se ha percatado de la capacidad intelectual de la población y en su intento por mejorar las ventas y usos de sus productos han usado el uso de estos anglicismos para elevar sus ventas. Y la otra vertiente probablemente venga dada por el turismo, para ayudarles a acercarse más y comprar más, aunque es más normal que sigan siendo los españoles los que se acerquen a esto. Aun así es obvio que los anglicismos se adentren dentro de la sociedad, actualmente vivimos más comunicados con el resto del mundo, las TICS y la mejora en el transporte permite el acercamientos a nuestra cultura, en más de una ocasión no recuerdo la palabra en español y la uso en inglés, y supongo que esto ocurrirá en otras culturas y países, no podemos oponernos a la implacable realidad que nos abarca y nos acorrala.

Eduardo Suárez Santana dijo...

La gran influencia de los medios de comunicación como la Radio y la TV han hecho que personas de todo el mundo adopten palabras de origen extranjero a su idioma. Yo no lo encuentro nada de malo , en ocasiones es conveniente decir alguna palabra de esas como E Mail en vez de correo electrónico porque es más cómodo decirlo , decir OK en vez de "Estoy de Acuerdo" está bien. Sea como sea todos debemos preservar nuestro idioma hablándolo correctamente para que así se mantenga intacto y podamos enseñárselos correctamente a nuestras futuras generaciones. Aprender idiomas extranjeros no es malo, es algo que nos permite conectarnos con gente de diferentes partes del mundo.

Aprender idiomas y palabras es algo entretenido y vale la pena difundir el aprendizaje de los idiomas extranjeros.

Aída dijo...

Para mi es evidente que ningún idioma deja de estar “contaminado” por otros idiomas, con lo cual, la presencia mayor o menor de extranjerismos solo demuestra una evolución de la sociendad que se expresa en el lenguaje. Como todo, dependerá de los ambientes donde se usen esos vocablos, por ejemplo en el mundo empresarial es normal que muchas de las palabras sean en inglés, así como en el mundo de la informática. Pero no en el mundo de la enseñanza. De lo que se trata es de saber el contexto, el significado y sinónimos de lo que queremos decir, ya no por no usar extranjerismos, sino por tener un lenguaje rico y variado, y para eso el español es perfecto.

Aranza dijo...

Los extranjerismos no me parecen malos, siempre y cuando sepamos que significan, aunque deberíamos usar las palabras de nuestra lengua, ya que para mí es mejor que coger otras de fuera. Pero también es verdad que muchas veces lo hacemos por comodidad. Hay varios ejemplos claros. Por ejemplo decimos clip (pinza para agarrar el papel), parking (aparcamiento), corner (esquina), y así una larga lista.

Unknown dijo...

Me considero defensor de la identidad cultural de los pueblos y como tal el uso de anglicismos en principio no me gusta del todo, ahora bien, considero que como en todo, el problema está en abusar y sí creo que asumir palabras que so sean propias del idioma puede ser muy positivo, sobre todo a la hora de comunicarnos que es el fin máximo de cualquier idioma. Por economía del lenguaje, por moda o por la circunstancia que sea, si son términos extendidos y ayudan para hacernos entender mejor bienvenidos sean, pero claro, si ya se hace un uso excesivo y no se buscan las palabras correctas del idioma me parece una estupidez además de algo muy “snob”, perdón, “friky”, ¡pero bueeeno!!!, extravagante, excéntrico, raro etc.

Luna Mihalic dijo...

Considero que el uso de los extranjerismos en nuestro día a día supone un enriquecimiento para el lenguaje, pero que a la vez hay que tener conciencia de la existencia de nuestras propias palabras y expresiones, sin desprestigiar las propias y sin excluirlas pensando que son menos por no ser extranjeras.

Arminda dijo...

El uso de extranjerismos es beneficioso a la par que enriquecedor ya que en la mayoría de los casos nos permite agilizar el lenguaje, pero tampoco debemos olvidar la riqueza de nuestra lengua. Es por esta razón de fundamental importancia que en nuestro papel como docentes, no olvidemos transmitir a nuestro alumnado la riqueza del español, dejando en un segundo plano la utilización de extranjerismos, intentando evitar con ello que los anglicismos no dejen cadáveres en nuestra lengua.

Arminda dijo...

El uso de extranjerismos es beneficioso a la par que enriquecedor ya que en la mayoría de los casos nos permite agilizar el lenguaje, pero tampoco debemos olvidar la riqueza de nuestra lengua. Es por esta razón de fundamental importancia que en nuestro papel como docentes, no olvidemos transmitir a nuestro alumnado la riqueza del español, dejando en un segundo plano la utilización de extranjerismos, intentando evitar con ello que los anglicismos dejen cadáveres en nuestra lengua.

Francis López dijo...

Estoy de acuerdo, en líneas generales, con mis compañeros, así que seré breve. Soy un defensor del español y su correcto uso, pero no por ello los anglicismos (y por extensión, los extranjerismos) me parecen negativos para la lengua. Como todo, en su justa medida pueden ser positivos, sirviendo de andamiaje para acercar culturas.

Como comentan, son muy socorridos en el ámbito informático y empresarial, y me gustaría remarcar un aspecto que no contempla el artículo. Muchos anglicismos se han empezado a usar; reemplazando palabras del español; por moda, para parecer cool (¡uy!), estos son los anglicimos que no me terminan de convencer, si ya había un equivalente en español, los veo innecesarios. Pero otros muchos se han "aprendido" directamente en inglés, y estos veo lógico que se usen, ya que no "existían" en español, y el hombre es un animal de costumbres, una vez aprendido algo, cuesta cambiarlo.

Gentza Carlton dijo...

A mi humilde parecer los extranjerismos son enriquecedores para la lengua que los recibe , ya que une a su vocabulario algún termino o sinónimo del que carecía. Pero al mismo tiempo debemos prestar atención al uso de extranjerismos y no hacerlo constantemente desplazando las palabras del castellano ya existentes. En mi tierra un extranjerismo que en su idioma de origen significaba todo hierro ( all iron), debido a la connotación tan festiva que tenia para los que lo usaban dio lugar a un anglicismo usado para la celebración como es Alirón.

Néstor Delgado dijo...

En el deporte del basket -hace años conocido como baloncesto- los clubs ya no se eliminan, juegan play-offs, que son más emocionantes. Los patrocinadores se llaman sponsors y cuidan muy bien a sus vips, dominan el marketing con el único fin de abrir otro stand, y así poder seguir estando en los primeros puestos del ranking de ventas. Las animadoras ahora son cheerleaders y no usan medias, como mucho llevan panties.
El lenguaje, ya se sabe, es como la prueba del algodón, no engaña. No es lo mismo decir bacon que tocino, aunque tenga la misma grasa, ni vestíbulo que hall, ni inconveniente que handicap. Y de la misma manera sacamos tickets, compramos kleenex, hacemos footing o le damos al running, leemos comics, comemos sandwiches, llevamos slips y cuando llega el fin de semana vamos al pub o club si no tenemos la suerte de convencer a los brothers -los amigos con mas feelings- para irnos de camping. Nos ponemos after-shave después del afeitado, estudiamos masters, los coches se dejan en zona azul, encima de la acera o en el parking, comemos light mientras hacemos zapping buscando algún reality entre tanto spots publicitario al que dar el O.K.
Las cosas en otro idioma mejoran mucho, sobre todo si es en inglés, que es el que manda. Pero si valoramos de algún modo el enriquecimiento de la comunicación, entenderemos que sándwich y hándicap se acentúen por ser esdrújulas.

Adaptación de un fragmento de la obra de Julio LLamazares “Nadie escucha”, de 1995.