9. ACTIVIDAD "EXPANSIÓN NARRATIVA": IT WAS... (La palabra que se expande, 1)
Aquí la expansión narrativa "colectiva" correspondiente a la dinámica (3) de la entrada 8.
8 comentarios:
Yanira Mª Rosario Alemán
dijo...
Hola a todos y todas... aquí les pongo el pequeño cuento que ayer escribimos entre todos los que estábamos en clase. No está acabado, pues decidimos que la gente que no había asistido lo concluiría, para que no se quedaran de este modo fuera de la actividad. Espero que les guste...
Era una noche oscura y tormentosa, mi coche se averió en medio de aquella carretera comarcal por la que, a esas horas, no pasaba nadie (LOURDES SANTANA). El aire estaba cargado y no sabía quién me podría ayudar (VICKY). De repente, vi una luz a lo lejos y decidí bajarme del coche y empezar a caminar hacia aquella luz a ver si veía a alguien. Mi móvil no funcionaba y cada vez estaba más asustado, nervioso, preocupado… y sentía un frío espantoso que me recorría todo el cuerpo (YANIRA MARÍA ROSARIO ALEMÁN). A medida que iba avanzando veía la luz más grande y empezaba a escuchar música de fondo (MARI CARMEN MARTÍNEZ OJEDA). La luz se transformó en una niña, una niña pequeña de espaldas, llevaba un traje blanco que llegaba hasta el suelo y estaba manchada de barro. La música era la típica que sale de las cajas de música: tin tin, tintin tin, tin, de repente se giró (ELENA ÁLAMO) y llevaba un instrumento musical en las manos, unas claves de madera muy vieja y astillada, su rostro era pálido y frío como un témpano de hielo… (CAROLINA APARICIO) Le pregunté su nombre. Silencio. Le pregunté si necesitaba ayuda. Silencio. Sólo me miraba con unos ojos embargados de tristeza y dureza a la vez, sin dejar de reproducir esa extraña melodía. (SARA) Ahora me invadía una duda existencial… ¿me doy la vuelta y hecho a correr hacia el lado contrario o me enfrento a mis miedos y me acerco a ella? A lo mejor necesita ayuda igual que yo ¿se habrá perdido? ¿Habrá sido víctima de algún abuso o ataque? Mi consciencia y curiosidad, como no, la curiosidad mató al gato, me hizo temeroso y asustado acercarme y ver si descubría algo de ese ser que estaba ahí frente a mí. (NAARA) Venciendo mi miedo, me acerco a ella y con voz temblorosa le pregunto: ¿necesitas que te ayude? Sin pensarlo mi mano trató de infundirle algo de confianza tocando la suya. Estaba totalmente helada (ANTONIO V.). Su reacción, al contacto físico, fue sorprendente, pues al tratarse de una adolescente un tanto fría y cohibida no iba a imaginarme que de repente soltase una carcajada aguda y aterradora fruto del posible trastorno psíquico que poseía (NUHAZET). Me apretaba la mano cada vez más fuerte, mi corazón latía a mil, ella reía a carcajadas, no me soltaba, yo sudaba, sentía miedo, mucho miedo. Su violenta carcajada ya resultaba insonora en mí. Se apaga la luz, siento la presión de su mano en mi muñeca. Pierdo el conocimiento. (SANTIAGO SUÁREZ ENCINOSO) Comienzo a abrir lentamente mis ojos y pronto vislumbro un grupo de personas que se agolpaban alrededor de mi ser. Al incorporarme, observo que una de ellas lleva una cámara en la mano, otro tenía un micrófono y los demás esbozaban una ligera sonrisa (MARISOL MARTÍNEZ). De repente, pude darme cuenta que estaba participando en un programa de televisión, donde lo cómico, es el principal objetivo a conseguir, y yo era el actor secundario. ¡Noo! No me lo puedo creer… casi me da un infarto… todos parecían conocer la trama, pero de repente…(LAURA O.)en ese mismo instante comprendí que el objetivo del programa era enfrentarte a tus miedos y saber actuar en situaciones extremas de estrés, siendo capaz de mantener la calma y no perder los nervios en esos momentos en los que el cuerpo te pide salir corriendo y desaparecer. El truco para pasar la prueba era simplemente resistir al carácter tan extraño de la niña sin llegar al colapso. Pero a su vez otro requisito era imprescindible, a saber… (MIRIAM GUERRA)
Hola a todos y todas, aquí les pongo el pequeño cuento que hicimos ayer en clase. No está terminado, así los que no pudieron asistir pueden también participar en esta actividad. Espero que les guste...
Era una noche oscura y tormentosa, mi coche se averió en medio de aquella carretera comarcal por la que, a esas horas, no pasaba nadie (LOURDES SANTANA). El aire estaba cargado y no sabía quién me podría ayudar (VICKY). De repente, vi una luz a lo lejos y decidí bajarme del coche y empezar a caminar hacia aquella luz a ver si veía a alguien. Mi móvil no funcionaba y cada vez estaba más asustado, nervioso, preocupado… y sentía un frío espantoso que me recorría todo el cuerpo (YANIRA MARÍA ROSARIO ALEMÁN). A medida que iba avanzando veía la luz más grande y empezaba a escuchar música de fondo (MARI CARMEN MARTÍNEZ OJEDA). La luz se transformó en una niña, una niña pequeña de espaldas, llevaba un traje blanco que llegaba hasta el suelo y estaba manchada de barro. La música era la típica que sale de las cajas de música: tin tin, tintin tin, tin, de repente se giró (ELENA ÁLAMO) y llevaba un instrumento musical en las manos, unas claves de madera muy vieja y astillada, su rostro era pálido y frío como un témpano de hielo… (CAROLINA APARICIO) Le pregunté su nombre. Silencio. Le pregunté si necesitaba ayuda. Silencio. Sólo me miraba con unos ojos embargados de tristeza y dureza a la vez, sin dejar de reproducir esa extraña melodía. (SARA) Ahora me invadía una duda existencial… ¿me doy la vuelta y hecho a correr hacia el lado contrario o me enfrento a mis miedos y me acerco a ella? A lo mejor necesita ayuda igual que yo ¿se habrá perdido? ¿Habrá sido víctima de algún abuso o ataque? Mi consciencia y curiosidad, como no, la curiosidad mató al gato, me hizo temeroso y asustado acercarme y ver si descubría algo de ese ser que estaba ahí frente a mí. (NAARA) Venciendo mi miedo, me acerco a ella y con voz temblorosa le pregunto: ¿necesitas que te ayude? Sin pensarlo mi mano trató de infundirle algo de confianza tocando la suya. Estaba totalmente helada (ANTONIO V.). Su reacción, al contacto físico, fue sorprendente, pues al tratarse de una adolescente un tanto fría y cohibida no iba a imaginarme que de repente soltase una carcajada aguda y aterradora fruto del posible trastorno psíquico que poseía (NUHAZET). Me apretaba la mano cada vez más fuerte, mi corazón latía a mil, ella reía a carcajadas, no me soltaba, yo sudaba, sentía miedo, mucho miedo. Su violenta carcajada ya resultaba insonora en mí. Se apaga la luz, siento la presión de su mano en mi muñeca. Pierdo el conocimiento. (SANTIAGO SUÁREZ ENCINOSO) Comienzo a abrir lentamente mis ojos y pronto vislumbro un grupo de personas que se agolpaban alrededor de mi ser. Al incorporarme, observo que una de ellas lleva una cámara en la mano, otro tenía un micrófono y los demás esbozaban una ligera sonrisa (MARISOL MARTÍNEZ). De repente, pude darme cuenta que estaba participando en un programa de televisión, donde lo cómico, es el principal objetivo a conseguir, y yo era el actor secundario. ¡Noo! No me lo puedo creer… casi me da un infarto… todos parecían conocer la trama, pero de repente…(LAURA O.)en ese mismo instante comprendí que el objetivo del programa era enfrentarte a tus miedos y saber actuar en situaciones extremas de estrés, siendo capaz de mantener la calma y no perder los nervios en esos momentos en los que el cuerpo te pide salir corriendo y desaparecer. El truco para pasar la prueba era simplemente resistir al carácter tan extraño de la niña sin llegar al colapso. Pero a su vez otro requisito era imprescindible, a saber… (MIRIAM GUERRA)
...discernir lo verdadero de lo falso. Miré más allá del miedo y vi que todos me rodeaban con una sonrisa siniestra. Sentí escalofríos. El rostro de la niña que antes se me presentaba aterrador ahora me inspiraba compasión. Tenía tanto miedo como yo y pensé que esto no era un programa normal, que éramos víctimas de algo macabro.
Entré en un momento de confusión, era incapaz de distinguir entre la realidad y ficción. Sentí que mi cabeza no paraba de dar vueltas y que la locura me invadía....
De pronto empiezo a escuchar una melodía muy familiar, miro a mi alrededor, no consigo ver de donde proviene, parece como si poco a poco envolviese la ya confusa escena en la que me encontraba y todo lo demás fuese perdiendo importancia. La melodía sigue sonando, cada vez más fuerte, casi impertinente. En cuestión de segundos mi cuerpo no se encuentra en ese lugar, sino sobre el sofá donde me había quedado dormido mientras leía...
Una carta que había recogido de mi buzón cuyo remitente era desconocido. ¿Quién sería? ¿Cómo sabría mi dirección? Sus frases se iban clavando profundamente en mi mirada hasta convertirse en una imagen cada vez más familiar...
Mientras leía aquella carta, me percaté del desorden del cuarto de estar, la television estaba encendida, las plantas se habían secado en cuestión de horas, - o no? Había perdido por completo la noción del tiempo, mi sofá tenía restos de comida, y el olor que desprendía era insufrible. De repente, sentí una extraña sensación, alguien me miraba y me seguía a cada paso que daba. En un instante se abrieron las ventanas provocando un caos! El viento con su ulular se mezclaba con los cálidos rayos del sol que me abrazaban con fuerza, como llevandome a otro lugar , conpletamente desconocido para mi. No estaba ahí, me había marchado y mi vida ya no era aquella. Mis miedos quedaron atrás, empezando una eternidad de melodías y sueños hechos realidad.
Estimado grupo: como ya señalamos en clase ¡¡fantástico el resultado!! Tengan en cuenta, no obstante, las observaciones que hicimos en el aula referidas al respeto a las propiedades textuales (coherencia y cohesión)... Especialmente ojo con los lapsus ortográficos ya destacados... y con los "pseudoanacolutos" advertidos... Saludos cordiales, Juany
8 comentarios:
Hola a todos y todas... aquí les pongo el pequeño cuento que ayer escribimos entre todos los que estábamos en clase. No está acabado, pues decidimos que la gente que no había asistido lo concluiría, para que no se quedaran de este modo fuera de la actividad. Espero que les guste...
Era una noche oscura y tormentosa, mi coche se averió en medio de aquella carretera comarcal por la que, a esas horas, no pasaba nadie (LOURDES SANTANA). El aire estaba cargado y no sabía quién me podría ayudar (VICKY). De repente, vi una luz a lo lejos y decidí bajarme del coche y empezar a caminar hacia aquella luz a ver si veía a alguien. Mi móvil no funcionaba y cada vez estaba más asustado, nervioso, preocupado… y sentía un frío espantoso que me recorría todo el cuerpo (YANIRA MARÍA ROSARIO ALEMÁN).
A medida que iba avanzando veía la luz más grande y empezaba a escuchar música de fondo (MARI CARMEN MARTÍNEZ OJEDA). La luz se transformó en una niña, una niña pequeña de espaldas, llevaba un traje blanco que llegaba hasta el suelo y estaba manchada de barro. La música era la típica que sale de las cajas de música: tin tin, tintin tin, tin, de repente se giró (ELENA ÁLAMO) y llevaba un instrumento musical en las manos, unas claves de madera muy vieja y astillada, su rostro era pálido y frío como un témpano de hielo… (CAROLINA APARICIO)
Le pregunté su nombre. Silencio. Le pregunté si necesitaba ayuda. Silencio. Sólo me miraba con unos ojos embargados de tristeza y dureza a la vez, sin dejar de reproducir esa extraña melodía. (SARA)
Ahora me invadía una duda existencial… ¿me doy la vuelta y hecho a correr hacia el lado contrario o me enfrento a mis miedos y me acerco a ella? A lo mejor necesita ayuda igual que yo ¿se habrá perdido? ¿Habrá sido víctima de algún abuso o ataque? Mi consciencia y curiosidad, como no, la curiosidad mató al gato, me hizo temeroso y asustado acercarme y ver si descubría algo de ese ser que estaba ahí frente a mí. (NAARA)
Venciendo mi miedo, me acerco a ella y con voz temblorosa le pregunto: ¿necesitas que te ayude? Sin pensarlo mi mano trató de infundirle algo de confianza tocando la suya. Estaba totalmente helada (ANTONIO V.). Su reacción, al contacto físico, fue sorprendente, pues al tratarse de una adolescente un tanto fría y cohibida no iba a imaginarme que de repente soltase una carcajada aguda y aterradora fruto del posible trastorno psíquico que poseía (NUHAZET). Me apretaba la mano cada vez más fuerte, mi corazón latía a mil, ella reía a carcajadas, no me soltaba, yo sudaba, sentía miedo, mucho miedo. Su violenta carcajada ya resultaba insonora en mí. Se apaga la luz, siento la presión de su mano en mi muñeca. Pierdo el conocimiento. (SANTIAGO SUÁREZ ENCINOSO)
Comienzo a abrir lentamente mis ojos y pronto vislumbro un grupo de personas que se agolpaban alrededor de mi ser. Al incorporarme, observo que una de ellas lleva una cámara en la mano, otro tenía un micrófono y los demás esbozaban una ligera sonrisa (MARISOL MARTÍNEZ). De repente, pude darme cuenta que estaba participando en un programa de televisión, donde lo cómico, es el principal objetivo a conseguir, y yo era el actor secundario. ¡Noo! No me lo puedo creer… casi me da un infarto… todos parecían conocer la trama, pero de repente…(LAURA O.)en ese mismo instante comprendí que el objetivo del programa era enfrentarte a tus miedos y saber actuar en situaciones extremas de estrés, siendo capaz de mantener la calma y no perder los nervios en esos momentos en los que el cuerpo te pide salir corriendo y desaparecer. El truco para pasar la prueba era simplemente resistir al carácter tan extraño de la niña sin llegar al colapso. Pero a su vez otro requisito era imprescindible, a saber… (MIRIAM GUERRA)
Hola a todos y todas, aquí les pongo el pequeño cuento que hicimos ayer en clase. No está terminado, así los que no pudieron asistir pueden también participar en esta actividad. Espero que les guste...
Era una noche oscura y tormentosa, mi coche se averió en medio de aquella carretera comarcal por la que, a esas horas, no pasaba nadie (LOURDES SANTANA). El aire estaba cargado y no sabía quién me podría ayudar (VICKY). De repente, vi una luz a lo lejos y decidí bajarme del coche y empezar a caminar hacia aquella luz a ver si veía a alguien. Mi móvil no funcionaba y cada vez estaba más asustado, nervioso, preocupado… y sentía un frío espantoso que me recorría todo el cuerpo (YANIRA MARÍA ROSARIO ALEMÁN).
A medida que iba avanzando veía la luz más grande y empezaba a escuchar música de fondo (MARI CARMEN MARTÍNEZ OJEDA). La luz se transformó en una niña, una niña pequeña de espaldas, llevaba un traje blanco que llegaba hasta el suelo y estaba manchada de barro. La música era la típica que sale de las cajas de música: tin tin, tintin tin, tin, de repente se giró (ELENA ÁLAMO) y llevaba un instrumento musical en las manos, unas claves de madera muy vieja y astillada, su rostro era pálido y frío como un témpano de hielo… (CAROLINA APARICIO)
Le pregunté su nombre. Silencio. Le pregunté si necesitaba ayuda. Silencio. Sólo me miraba con unos ojos embargados de tristeza y dureza a la vez, sin dejar de reproducir esa extraña melodía. (SARA)
Ahora me invadía una duda existencial… ¿me doy la vuelta y hecho a correr hacia el lado contrario o me enfrento a mis miedos y me acerco a ella? A lo mejor necesita ayuda igual que yo ¿se habrá perdido? ¿Habrá sido víctima de algún abuso o ataque? Mi consciencia y curiosidad, como no, la curiosidad mató al gato, me hizo temeroso y asustado acercarme y ver si descubría algo de ese ser que estaba ahí frente a mí. (NAARA)
Venciendo mi miedo, me acerco a ella y con voz temblorosa le pregunto: ¿necesitas que te ayude? Sin pensarlo mi mano trató de infundirle algo de confianza tocando la suya. Estaba totalmente helada (ANTONIO V.). Su reacción, al contacto físico, fue sorprendente, pues al tratarse de una adolescente un tanto fría y cohibida no iba a imaginarme que de repente soltase una carcajada aguda y aterradora fruto del posible trastorno psíquico que poseía (NUHAZET). Me apretaba la mano cada vez más fuerte, mi corazón latía a mil, ella reía a carcajadas, no me soltaba, yo sudaba, sentía miedo, mucho miedo. Su violenta carcajada ya resultaba insonora en mí. Se apaga la luz, siento la presión de su mano en mi muñeca. Pierdo el conocimiento. (SANTIAGO SUÁREZ ENCINOSO)
Comienzo a abrir lentamente mis ojos y pronto vislumbro un grupo de personas que se agolpaban alrededor de mi ser. Al incorporarme, observo que una de ellas lleva una cámara en la mano, otro tenía un micrófono y los demás esbozaban una ligera sonrisa (MARISOL MARTÍNEZ). De repente, pude darme cuenta que estaba participando en un programa de televisión, donde lo cómico, es el principal objetivo a conseguir, y yo era el actor secundario. ¡Noo! No me lo puedo creer… casi me da un infarto… todos parecían conocer la trama, pero de repente…(LAURA O.)en ese mismo instante comprendí que el objetivo del programa era enfrentarte a tus miedos y saber actuar en situaciones extremas de estrés, siendo capaz de mantener la calma y no perder los nervios en esos momentos en los que el cuerpo te pide salir corriendo y desaparecer. El truco para pasar la prueba era simplemente resistir al carácter tan extraño de la niña sin llegar al colapso. Pero a su vez otro requisito era imprescindible, a saber… (MIRIAM GUERRA)
...discernir lo verdadero de lo falso. Miré más allá del miedo y vi que todos me rodeaban con una sonrisa siniestra. Sentí escalofríos. El rostro de la niña que antes se me presentaba aterrador ahora me inspiraba compasión. Tenía tanto miedo como yo y pensé que esto no era un programa normal, que éramos víctimas de algo macabro.
Entré en un momento de confusión, era incapaz de distinguir entre la realidad y ficción. Sentí que mi cabeza no paraba de dar vueltas y que la locura me invadía....
De pronto empiezo a escuchar una melodía muy familiar, miro a mi alrededor, no consigo ver de donde proviene, parece como si poco a poco envolviese la ya confusa escena en la que me encontraba y todo lo demás fuese perdiendo importancia. La melodía sigue sonando, cada vez más fuerte, casi impertinente. En cuestión de segundos mi cuerpo no se encuentra en ese lugar, sino sobre el sofá donde me había quedado dormido mientras leía...
Una carta que había recogido de mi buzón cuyo remitente era desconocido. ¿Quién sería? ¿Cómo sabría mi dirección? Sus frases se iban clavando profundamente en mi mirada hasta convertirse en una imagen cada vez más familiar...
Mientras leía aquella carta, me percaté del desorden del cuarto de estar, la television estaba encendida, las plantas se habían secado en cuestión de horas, - o no? Había perdido por completo la noción del tiempo, mi sofá tenía restos de comida, y el olor que desprendía era insufrible. De repente, sentí una extraña sensación, alguien me miraba y me seguía a cada paso que daba. En un instante se abrieron las ventanas provocando un caos! El viento con su ulular se mezclaba con los cálidos rayos del sol que me abrazaban con fuerza, como llevandome a otro lugar , conpletamente desconocido para mi. No estaba ahí, me había marchado y mi vida ya no era aquella. Mis miedos quedaron atrás, empezando una eternidad de melodías y sueños hechos realidad.
Estimado grupo: como ya señalamos en clase ¡¡fantástico el resultado!! Tengan en cuenta, no obstante, las observaciones que hicimos en el aula referidas al respeto a las propiedades textuales (coherencia y cohesión)... Especialmente ojo con los lapsus ortográficos ya destacados... y con los "pseudoanacolutos" advertidos...
Saludos cordiales, Juany
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